Es el arte característico del Occidente cristiano entre principios del siglo XI y principios del siglo XIII.
En la península Ibérica, al sur de las cuencas del Ebro y del Duero, no se conoce el románico, puesto que los territorios allende dicha frontera eran de dominio musulmán.
La característica más destacada de la arquitectura románica es la solidezy la monumentalidad y sus elementos distintivos son el arco de medio punto y su desarrollo, la bóveda de cañón.
El templo románico
La planta del templo románico es basilical, con crucero –que puede sobresalir o no–, de una, tres o cinco naves, terminadas a la cabecera en ábsides y a los pies rectilíneas y en algunas ocasiones precedidas de pórticos. Con el paso del tiempo, las iglesias de peregrinación prolongan las naves longitudinales en un deambulatorio o girola que recorre el ábside principal y al que se abren capillas. Existen iglesias de planta central.
Como soportes es frecuente que existan criptas bajo el ábside central, sostenidas por gruesas columnas o pilares y cubiertas por bóvedas de arista.
El peso de las cubiertas obliga a levantar gruesos muros con escasas aberturas, las llamadas ventanas abocinadas. Reforzando los muros, hay contrafuertes exteriores, que actúan también como elementos decorativos, alternando con las ventanas cubiertas por arcos de medio punto. En la parte superior del exterior de los muros, bajo la cornisa, se sitúan arquillos y bandas lombardas que, a veces, se prolongan hasta el suelo.
Los soportes exentos son pilares de sección cuadrada o rectangular a los que se adosan pilastras y semicolumnas. El conjunto es sólido en lo constructivo y ligero visualmente.
En cuanto a las cubiertas, las primitivas cubiertas de madera son sustituidas progresivamente por bóvedas de piedra (cañón reforzado por arcos fajones que descargan sobre puntos concretos –reforzados en el exterior– el enorme peso de la cubierta). En el siglo XII se utilizan bóvedas de cañón apuntado. En algunas ocasiones se construyen cúpulas.
Las torres son elementos sustantivos de la arquitectura románica; se construyen en las zonas laterales de la fachada, sobre el centro del crucero, a los extremos de éste y en otras ubicaciones. Son, sobre todo, de planta cuadrada, pero existen también las circulares o de planta poligonal. En contraste con el resto del edificio, las torres suelen ser ligeras, caladas por ventanas a menudo geminadas.
La fachada más importante es la que abre el acceso al templo; en ella se sitúa la portada. Por esta razón la decoran tanto elementos constructivos como esculturas.
Además de los ya citados, son románicos los templos de la Madeleine (Vézelay), Paray-le-Monial (Borgoña), la catedral de Angulema, Santa Fe de Conques, Saint-Benoit-sur-Loire (Loire), la catedral de Caen y la abadía de Mont-Saint-Michel (Normandía), en Francia. En la península Ibérica destacan Sant Pere de Rodes, Santa Maria de Ripoll, Sant Vicenç de Cardona, Sant Joan de les Abadesses, la catedral de la Seu de Urgell, las pequeñas iglesias pirenaicas de Boí, Taüll y Erill-la-vall, la parte antigua de la catedral de Girona, la catedral de Jaca, el admirable claustro de San Juan de Peña, San Miguel de Estella, San Salvador de Leyre, San Isidoro de León, la catedral de Zamora y las colegiatas de Toro y Santillana del Mar. En Italia, San Miniato al Monte (Florencia) y San Ambrosio de Milán. Son románicas las catedrales portuguesas de Coimbra y Braga.
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